Comentario
Uno de los artistas que contribuyeron a la definición del nuevo lenguaje a través de la escultura fue Donatello (1386-1466). Con independencia de sus experiencias en el cambio de la representación perspectiva, su escultura discurre desde una liberación de los convencionalismos del gótico internacional en favor de la definición de un nuevo clasicismo, hasta llegar a una expresividad que subvierte los valores formales del idealismo clasicista.
El David de mármol (Florencia, Museo Bargello), obra temprana realizada en 1409, muestra una tensión entre las formas sinuosas de los ropajes y la curva que describe la figura, propias del gótico internacional, y el intento por configurar un modelo clásico que alcanzará una forma concreta en algunas de sus obras posteriores, como el San Jorge, realizado hacia 1417-1420 (Florencia, Museo Bargello). Acaso, en esta misma búsqueda de un ideal clásico, su obra más representativa sea el David desnudo (Museo Bargello), realizado en bronce hacia 1430. En él Donatello no renuncia a ciertos elementos tradicionales en forma de ordenar la actitud de la figura, haciéndolo como referencia y recurso para acentuar una gracia no exenta de melancolía, en la figura.
La idea de clasicismo de Donatello se aparta de la rígida concepción florentina. El escultor lo entiende como un fenómeno que, lejos de ser atemporal, ha discurrido en la Historia, implicándose en los riesgos y transformaciones que supone el paso del tiempo. Por ello, el modelo clásico no es para Donatello solamente un modelo único e ideal, sino una sugerencia fuerte, versátil y estimulante.
Esta inflexión del clasicismo, como actitud creativa frente al clasicismo como norma y principio de autoridad, se observa con precisión en la cantoria del Duomo realizada entre 1433 y 1439. En las numerosas figuras Donatello introduce una expresividad que contrasta con el sereno clasicismo de la otra cantoria que realizaba simultáneamente Luca della Robia (hacia 1400-1482). Donatello demuestra en esta obra que el clasicismo no es un lenguaje sometido a la norma, sino creador de sus propias leyes en cada momento y circunstancia. Della Robbia plantea, por el contrario, el principio de la norma como permanencia y fundamento del lenguaje.
Algunos años después, Donatello trabaja en Padua entre 1446 y 1450, donde realiza el Monumento a Gattamelata y el altar mayor de la basílica del Santo. El Gattamelata constituye un claro ejemplo de recuperación dell'antico, desarrollando una tipología de retrato ecuestre que tendrá una profunda influencia en la escultura posterior. Sin embargo, se trata, como se ha apuntado, de la recuperación de un modelo antiguo desde una perspectiva en la que lo clásico no aparece como una solución codificada. Algunas obras como La Magdalena, realizada entre 1453-55, ponen de manifiesto cómo esta concepción del clasicismo puede desarrollarse desde unos supuestos que crean, paradójicamente, un auténtico anticlasicismo.